El pasado sábado 23 de noviembre, la localidad de Carcaixent acogió una doble jornada de ajedrez que combinó cantera y competición abierta: por la mañana el torneo por equipos LVIII Memorial Eduardo Rubio (Sub-16 / Sub-14 / Sub-12) y por la tarde el XXVI Torneig Absolut Ciutat de Carcaixent — un abierto individual, ambos organizados por el club local y con una notable participación de clubes de la comarca.
El Club de Ajedrez Albal respondió a la convocatoria presentando dos equipos en categoría juvenil y, posiblemente, con participantes en la prueba abierta — demostrando su apuesta simultánea por formación, cantera y experiencia competitiva global.
LVIII Memorial Eduardo Rubio (Sub-16 / Sub-14 / Sub-12 por equipos)
Este torneo, organizado por el Club Escacs Carcaixent y programado a 4 tableros por equipo, fue la cita matinal. Según relatos recogidos de los participantes, Albal alineó dos equipos:
- Un primer equipo, compuesto por jugadores de categoría Sub-14 / Sub-16 — en total 5 jugadores, con rotación de tableros en cada ronda.
- Un segundo equipo, formado por jugadores jóvenes de categoría Sub-12, con 4 jugadores.
- Silla Integrant Col·lectius – 19½
- Gambito Chestimodo – 18½
- Montolivet A – 18½
- Albal A – 15½
- Carcaixent B – 15
…
El primer equipo de Albal obtuvo la 4.ª plaza en la clasificación final, un meritorio puesto dada la calidad y competitividad del torneo. El segundo equipo completó una actuación muy digna, demostrando esfuerzo y crecimiento, aunque no logró entrar en el podio.
Más allá del resultado, lo más relevante fue la actitud, la participación conjunta y la experiencia ganada por todos los miembros del club. Una jornada de compañerismo, aprendizaje y compromiso con los valores del ajedrez colegial.







XXVI Torneig Absolut Ciutat de Carcaixent (individual abierto)
Por la tarde se disputó el torneo absoluto — una competición abierta, con ritmo rápido de 7 rondas, ideal para jugadores de todas las edades. En esta edición, aunque no hay constancia de un premio importante para algún jugador de Albal, la participación ya representa un paso clave: permite medir fuerzas, adquirir experiencia y enfrentar nuevos retos fuera del ámbito juvenil.
Para muchos participantes del club, fue una oportunidad de contrastar su nivel, aprender en partidas exigentes y vivir una experiencia competitiva diferente.

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